sábado, 28 de marzo de 2015

Mala suerte

Sábado, 28 de marzo de 2015

 Por: David Cufré.

Los últimos reportes de bancos internacionales y los economistas que marcaron el pulso en la década del ’90 –hombres de negocios dedicados a comercializar información económica, en los términos de Alfredo Zaiat– centran su atención en la cuestión fiscal. “Economistas le dan al próximo gobierno un crédito de seis meses”, tituló un portal de Internet recientemente como resumen de un seminario que congregó a ex funcionarios del equipo de Roque Fernández –ministro de Carlos Menem entre 1996 y 1999– y de la ultraliberal FIEL (nótese que algunos de los padres de la última gran catástrofe económica nacional le dan seis meses al próximo gobierno). “Ese es el plazo que consideran tolerable para reencauzar una economía que se descuenta presentará el 10 de diciembre enormes desequilibrios”, completaba. El principal de esos desajustes, decían los expositores, es el fiscal. El Citibank también lanzó una señal de alerta, aunque la entidad que ahora confronta con el Gobierno fue algo más generosa con los plazos: “El próximo gobierno tendrá que tomar decisiones difíciles en su primer año”. El Deutsche Bank apuntó que el déficit de 2014 fue un 70 por ciento mayor que el de 2013 y que el Banco Central financió una buena parte con mayor emisión, “exacerbando la percepción de que se transita por un sendero no sustentable”. La Fundación Mediterránea –cuna de Domingo Cavallo– se sumó con el pronóstico de que en 2016 “un ajuste será inevitable”.

El neoliberal Juan Carlos De Pablo.


El marco conceptual que guía a esos economistas –y otros que hoy pugnan por regresar al poder de la mano del PRO, mayormente, y del Frente Renovador, en algún caso– es conocido por los argentinos porque lo pusieron en práctica cuando asumieron la conducción del Ministerio de Economía y el Banco Central años atrás. La idea fuerza es la del “ajuste reactivante”: alcanzar el déficit cero o si es posible el superávit como señal a los mercados financieros de salud económica, lo que redundaría en el acceso a abundante crédito externo para financiar la inversión. El compromiso con esa política sería premiado por las evaluadoras de riesgo con altas calificaciones, lo cual atraería más capitales. En esa línea seguramente no se tardaría demasiado en retomar una relación fluida con el FMI, para mejorar el clima de negocios, y con ello el paquete de desregulación financiera, apertura comercial, flexibilización laboral y corrimiento del Estado de la economía como el propio organismo sigue recomendando a los países europeos en crisis desde 2008.

El neoliberal Domingo Felipe Cavallo. Foto agregada.


El resultado de esas políticas en el pasado para Argentina y ahora en el Viejo Continente es similar: estancamiento o depresión económica, explosión del desempleo, regresividad en la distribución del ingreso, pérdida de autonomía en la toma de decisiones, cierre de industrias –“los ineficientes tienen que desaparecer”, decía Roque Fernández–, recorte de prestaciones sociales, negocios millonarios para el sector financiero prestándole al Estado y concentración de la economía.


El neoliberal Carlos Melconian. Foto agregada.


En un contexto internacional complejo por la imposibilidad de los países centrales de superar la crisis que arrancó la década pasada, con Brasil transitando uno de sus peores momentos por profundizar justamente aquellas políticas de ajuste y con la perspectiva de China anotando en 2016 su nivel de crecimiento más bajo en veinte años, atentar contra el sostén de la economía argentina en esta etapa, el mercado interno, difícilmente provoque otra cosa que una marcada recesión. Más aún cuando a la par del ajuste, aquellos economistas ortodoxos deslizan que aplicarían una devaluación, cuyos efectos nocivos la sociedad pudo comprobar el año pasado.

El neoliberal Jose Alfredo Martínez de Hoz. Foto agregada.


La devastación de 2001, después de años de discurso único neoliberal, le abrió una puerta al kirchnerismo para explorar desde 2003 otras alternativas de política económica. A pesar de las advertencias por el aumento del gasto –en buena medida orientado a los sectores más vulnerables a través de la seguridad social– y de la dureza con el capital financiero –reestructuración de la deuda, exclusión del FMI–, la experiencia de la última década dio lugar a un crecimiento sostenido con inclusión social.

El neoliberal Rosendo Fraga. Foto agregada.


“Con su política de ingresos, centrada en el pago de jubilaciones, Asignación Universal por Hijo, asignaciones familiares y Progresar, y de inversión (obra pública), el gasto público inyectó todos los años desde 2009 crecientes flujos monetarios hacia las familias”, describe un informe de La Gran Makro, que estima en 115.000 millones de pesos los sumados el año pasado a la demanda agregada, equivalentes a un impulso de 2,7 puntos del PBI. “Esto explica el porqué, a pesar de que los salarios reales no mejoraron en 2014, no se tradujo en una caída significativa del consumo total. Mientras el sector privado no contribuyó a mejorar los ingresos de los hogares al crearse pocos puestos de trabajo, fue el sector público el que impulsó y sostuvo el ingreso que obtienen las familias por fuera del mercado”, agrega. La conclusión es que “de esta manera, el Estado le pone un piso mínimo a la demanda, asegurando un nivel de producción compatible con la preservación del empleo y la rentabilidad empresarial”. “La nueva ‘normalidad’ es que los ingresos de los hogares no son más rehenes del ciclo económico controlado por un mercado concentrado, sino por un Estado que transfiere mayores recursos a las familias permitiendo estabilizar la economía y resguardar los puestos de trabajo de millones de argentinos.”

El neoliberal Rogelio Frigerio. Foto agregada.


El Gobierno dio esta semana otra muestra de esa concepción económica con resultados virtuosos al anunciar distintas medidas de impulso al consumo. Un plan canje de heladeras y lavarropas con 25 por ciento de descuento, que próximamente se ampliaría a aires acondicionados, créditos subsidiados para la renovación de taxis, un programa de beneficios para el consumo con la tarjeta SUBE y un plan de facilidades de pago de deudas impositivas a diez años. Sólo eso es probablemente más de lo que idearon los economistas del ajuste durante sus largos años de gestión, caracterizados por el “piloto automático” o statu quo que llevaba a una caída de los ingresos de los sectores populares y al achicamiento de la demanda y el empleo. El ajuste reactivamente, está probado, nunca logró el objetivo de terminar con el déficit fiscal, sino que lo agudizó por la depresión económica y la deflación –como en 2001–, forzando a un endeudamiento creciente del Estado. El círculo virtuoso prometido no hizo más que llevar a un círculo vicioso de decadencia, cuyas consecuencias todavía se están pagando. Entre los anuncios de esta semana también figura una corrección en el subsidio para la compra de garrafas. La aplicación de políticas activas ha tenido aciertos y desaciertos de implementación los últimos años. También hubo intentos fallidos, pero eso no inhabilita el rumbo, sino que en todo caso muestra la necesidad de ajustar cómo se diseñan los instrumentos y se los pone en práctica. Precios Cuidados y la Red Comprar son otros ejemplos de sintonía fina de medidas que no fueron lo suficientemente efectivas en el pasado. Pero la vocación de intervenir en el mercado buscando incentivar la demanda, equilibrar relaciones de consumo y restablecer derechos para quienes dependen de ingresos fijos es un capital valioso que sería saludable resguardar de los capitanes del ajuste.


El neoliberal Alvaro Alsogaray. Foto agregada.


Según reporta el colega Daniel Sticco en Infobae el 17 de marzo, en el mismo seminario citado al comienzo expuso Juan Carlos De Pablo, alter ego de Domingo Cavallo. “Para el próximo gobierno la probabilidad de que arranque bien es baja, más aún considerando que comienza con un presidente en el Banco Central que tiene mandato hasta 2017, por eso se requerirá de una autoridad enérgica, no dictatorial, porque los presidentes débiles han demostrado que no pueden cambiar nada, como sincerar rápido la inflación y otras variables, eso se verá en los primeros meses de conducción”, avisa. En diálogo con Pablo Wende de Infobae TV, dice Sticco, De Pablo agrega que “hay que hacer mucho trabajo profesional, muy específico, para darle una mano al que tenga ‘la mala suerte de ganar la elección’, porque hay muchos desequilibrios que resolver” (nótese que el próximo presidente será un desdichado que tendrá que ser enérgico, pero no dictatorial, por suerte).

http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-269175-2015-03-28.html


Fundación Libertad+Macri+Menem+PRO+Del Sel+Melconian+Frigerio+Fraga+De Pablo+Cavallo+Alsogaray+Marínez de Hoz. Son el uno para el otro.


domingo, 15 de marzo de 2015

El odio como forma de convivencia

Nota original firmada por Luis Novaresio, y a continuación los comentarios realizados por mi.
 

Domingo, 15 de marzo de 2015 02:57 | Opinión

La campaña parece atropellar todo análisis retrospectivo profundo y apenas se queda en la superficie la discusión de efecto que intenta sumar uno y otro voto.

Añadir leyenda


Por Luis Novaresio / Especial para La Capital

En exactos nueve meses otro presidente de la Nación estará sentado en el sillón de Rivadavia dando las órdenes. Estamos transitando el mismo período de la gestación humana que hará parir a la política a un nuevo primer mandatario. La campaña parece atropellar todo análisis retrospectivo profundo y apenas se queda en la superficie la discusión de efecto que intenta sumar uno y otro voto. Con herramientas válidas a veces, y con miserias y egoísmos en otras, la dirigencia que se propone para ser la inquilina del poder por cuatro años desata apoyos y críticas hacia el período K de tres mandatos.

Es imposible tamizar por estos días una evaluación desapasionada de lo que ha pasado en estos 12 años. Se choca para ello con la inmensidad de ese espacio cronológico, con la invalidez natural de las generalizaciones y, esencialmente, con el tono impuesto por quien gobernó estos tiempos: la dogmatización del pensamiento.

Hay mucho bueno para decir de la gestión kircherista: la recuperación de la política como herramienta de cambio y la ratificación del respeto por la institución presidencial. La irrupción del Estado como combatiente de las desigualdades sociales y la malla de contención social con asignaciones, subsidios y coberturas varias para enfrentar un momento de clara disgregación del 2001. Hay tanto otro para reclamar: la consigna de menospreciar la República bajo el pretexto de llegar más rápido a lo que se piensa, el atropello aritmético de las mayorías que jamás consideraron (cuando no despreciaron) a las minorías, y la desfachatez de admitir la corrupción en la voz de muchos que hablan como haciendo la revolución desde Sierra Maestra cuando apenas han trepado al piso 30 de Puerto Madero. Sin embargo, este punteo de ideas es apenas otra generalización que no respeta uno de los signos, se cree, de estos tiempos.

El kirchnerismo ha ganado una batalla cultural inmensa. Ha convencido a propios (y, lamentablemente, a extraños) de que la intolerancia es un valor. Que el desprecio por el que piensa distinto es garra militante. Que el silenciar al que disiente es propio de la pasión política. Si los años 90 fueron la exaltación de la frivolidad, tan bien tipificados por Silvina Walger en su “Pizza con champagne”, esta etapa debería poder definirse como la de “El amor y la justicia en nosotros y el silencio y la oscuridad en ellos”.

No es cierto que no hay debate político en esta campaña electoral por ausencia de proyectos. Claro que la pobreza de la mayoría de los dirigentes es pasmosa y que la irrupción de hombres y mujeres de la “nueva generación” (sic) parece sólo basarse en slogans premeditados o humor de baja estofa. Sin embargo, lo que sucede primordialmente es que no hay debate porque no hay margen para que lo haya. Debatir por estos tiempos es desconsiderar al prójimo y, en lo posible, insultarlo. Debatir es chicanear de la peor manera para destruir (casi siempre, de manera simbólica) al rival y sacarlo del escenario político.
¿Cómo se explica si no que entre compañeros del partido justicialista se revoleen carpetazos de la Side para contar supuestos contactos de un candidato con le embajada de los Estados Unidos, o que se esgrima como argumento de discusión la historia clínica del rival? Por las dudas conviene decir que semejante disparate no es exclusividad del oficialismo. ¿O no es patético ver al centenario partido de la UCR desguazado y sin brújula en el discurso de dirigentes que pueden ser aliados del conservadurismo, del peronismo, del kirchnerismo reciente o de un radicalismo imaginario? Y así, en casi todos los ámbitos que ven al gobierno o a la oposición como la encarnación de Belcebú.

Las responsabilidades, hay que decirlo, no son las mismas. Los ejemplos suelen venir de arriba hacia abajo y quien ha ocupado el poder en estos tiempos postulando la diatriba y el desprecio como modo de monologar hacia los que piensan distinto han fraguado esta matriz de enojo.

Quizá lo más pernicioso de esto sea el traslado de esos modos al cotidiano de los no políticos, de los ciudadanos de a pie. El insulto se ha instalado como modo de no relacionamiento cotidiano. En los tiempos en donde se reivindica la recuperación de la discusión política no se advierte (o no se quiere advertir) que no existe esa discusión: sólo se puede hablar con quien piensa de manera idéntica. Ni la charla entre los parecidos suele terminar bien. Eso es la instalación del odio como forma de convivencia. Un patético oxímoron.

Claro que se debería hablar en estas crónicas del aroma indisimulable a impunidad que rodea el caso Nisman, de los nombres y apellidos de las listas ya conocidas, de los políticos que acuñan pensamientos insólitos como el “periodismo fácil” y tanto más. Sin embargo, suena necesario para quien esto escribe señalar la incompatibilidad de plantear un debate verdadero en los tiempos electorales si se ha hecho carne la convicción de que el otro disidente es siempre un enemigo. Semejante violencia aniquila el sano pensar y, sobre todo, el derecho a construir con los desiguales.

http://www.lacapital.com.ar/columnistas/Lnovaresio/noticia_0086.html





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Mis comentarios


En exactos nueve meses otro presidente de la Nación estará sentado en el sillón de Rivadavia dando las órdenes. Estamos transitando el mismo período de la gestación humana que hará parir a la política a un nuevo primer mandatario. La campaña parece atropellar todo análisis retrospectivo profundo y apenas se queda en la superficie la discusión de efecto que intenta sumar uno y otro voto la campaña es publicidad, no análisis profundo, aquí, en USA y en todo el mundo. Con herramientas válidas a veces, y con miserias y egoísmos en otras, la dirigencia que se propone para ser la inquilina del poder por cuatro años desata apoyos y críticas hacia el período K de tres mandatos.

Es imposible tamizar tamizar? por estos días una evaluación desapasionada por qué lo quiere hacer desapasionadamente? nadie puede despojarse de su pasión, claramente lo expuso Francella en "El secreto de sus hojos", es un tipo argumento conservador de lo que ha pasado en estos 12 años. Se choca para ello con la inmensidad de ese espacio cronológico, con la invalidez natural de las generalizaciones y, esencialmente, con el tono impuesto por quien gobernó estos tiempos: la dogmatización del pensamiento. Y usted esta dogmatizado? El gobierno lo dogmatizo? Aunque esa haya sido la intención del gobierno, por qué se priva usted de actuar fuera de esa dogmatización? Que se lo impide a usted o a cualquiera? Además, un par de cosas fundamentales, por buenas o por malas no es capaz de señalar?

Hay mucho bueno para decir de la gestión kircherista: la recuperación de la política como herramienta de cambio y la ratificación del respeto por la institución presidencial. La irrupción del Estado como combatiente de las desigualdades sociales y la malla de contención social con asignaciones, subsidios y coberturas varias para enfrentar un momento de clara disgregación del 2001 es extraño que no se señalen dos cosas básicas y fundamentales, los aumentos de sueldo por partitarias y los aumentos a jubilados, toda la sociedad se basa en eso. Hay tanto otro para reclamar: la consigna de menospreciar la República bajo el pretexto de llegar más rápido a lo que se piensa si se actuo fuera de la ley, donde están los legisladores, justicia y medios de comunicación para señalarlo, todos medios con un poder extraordinario, el atropello aritmético de las mayorías que jamás consideraron (cuando no despreciaron) a las minorías repito: las instituciones no funcionan? No se hace todo atraves del Congreso y la ley?, y la desfachatez de admitir la corrupción en la voz de muchos que hablan como haciendo la revolución desde Sierra Maestra cuando apenas han trepado al piso 30 de Puerto Madero. Sin embargo, este punteo de ideas es apenas otra generalización que no respeta uno de los signos, se cree, de estos tiempos realmente este es un resumen de lo negativo? Estas son las cosas terribles?.

El kirchnerismo ha ganado una batalla cultural inmensa. Ha convencido a propios (y, lamentablemente, a extraños) de que la intolerancia es un valor donde está la intolerancia? Intolerancia es atacar y reprimir expresiones opositoras, donde se desarrolla eso? Cuando un periodista u opositor habla contra el gobierno este responde, pero no reprime, no es intolerante, no persigue. Quienes son los periodistas que no se pueden expresar? Cuales son los medios clausurados por opinar distinto? No hay que contestar entonces? Hay que hacer como hacia Illia, y después se arrepintió. Porque los funcionarios dicen que son los mejores y que este es el mejor gobierno en la historia de la humanidad? Lo dicen todos: porque ataca a los medios? Solo 678 y cn23 son oficialistas, todo lo demás no: de 9 diarios de todo el país que leo todos los días solo 1 es oficialista furioso, 2 neutrales y 6 furiosos opositores. Que el desprecio por el que piensa distinto es garra militante que quiere, que se aplauda al que piensa distinto? Por supuesto que lo va a confrontar!!! Pero perseguir, reprimir, encarcelar, censurar, obligarlo a irse del país, como ocurrio cuando verdaderamente existía la intolerancia no. Que el silenciar al que disiente es propio de la pasión política silenciarlo cuando la cantidad de medios y partidos opositores es gigantesca? De que está hablando? A quién se silenció?. Si los años 90 fueron la exaltación de la frivolidad, tan bien tipificados por Silvina Walger en su “Pizza con champagne”, esta etapa debería poder definirse como la de “El amor y la justicia en nosotros y el silencio y la oscuridad en ellos” quienes son los silenciados y empujados a la oscuridad? es en serio esto? Los medios opositores en diarios, radios y TV es mayoritariamente aplastante, el gobierno usa 678 que tiene 2 puntos de rating y dura 1 hs por día, página 12, cn23 y algo más; futbol para todos, cierto, con eso tiene el poder de lavar la cabeza a toda la nación….

No es cierto que no hay debate político en esta campaña electoral por ausencia de proyectos. Claro que la pobreza de la mayoría de los dirigentes es pasmosa y que la irrupción de hombres y mujeres de la “nueva generación” (sic) parece sólo basarse en slogans premeditados o humor de baja estofa. Sin embargo, lo que sucede primordialmente es que no hay debate porque no hay margen para que lo haya ??. Debatir por estos tiempos es desconsiderar al prójimo y, en lo posible, insultarlo por eso no debate? Por miedo a que se le opongan? Y con quien quiere debatir, con San Francisco de Asis? Con uno que se le calle?. Debatir es chicanear de la peor manera para destruir (casi siempre, de manera simbólica) al rival y sacarlo del escenario político si efectivamente esas fueran las condiciones, que pobre político es quien se queja, y que pocas capacidades tiene!.

¿Cómo se explica si no que entre compañeros del partido justicialista se revoleen carpetazos de la Side para contar supuestos contactos de un candidato con le embajada de los Estados Unidos, o que se esgrima como argumento de discusión la historia clínica del rival? Por las dudas conviene decir que semejante disparate no es exclusividad del oficialismo. ¿O no es patético ver al centenario partido de la UCR desguazado y sin brújula en el discurso de dirigentes que pueden ser aliados del conservadurismo, del peronismo, del kirchnerismo reciente o de un radicalismo imaginario? Y así, en casi todos los ámbitos que ven al gobierno o a la oposición como la encarnación de Belcebú en definitiva, todo es malo, todos son malos, debería irse a otro país!.

Las responsabilidades, hay que decirlo, no son las mismas. Los ejemplos suelen venir de arriba hacia abajo y quien ha ocupado el poder en estos tiempos postulando la diatriba y el desprecio como modo de monologar hacia los que piensan distinto han fraguado esta matriz de enojo el gobierno, con su supuesto autoritarismo, etc, es responsable de esta oposición idiota?.

Quizá lo más pernicioso de esto sea el traslado de esos modos al cotidiano de los no políticos, de los ciudadanos de a pie. El insulto se ha instalado como modo de no relacionamiento cotidiano seria interesante conocer en que estudio se basa semejante afrmación, y nuevamente es gobierno es responsable de la supuesta violencia cotidiana!!. En los tiempos en donde se reivindica la recuperación de la discusión política no se advierte (o no se quiere advertir) que no existe esa discusión: sólo se puede hablar con quien piensa de manera idéntica. Ni la charla entre los parecidos suele terminar bien. Eso es la instalación del odio como forma de convivencia. Un patético oxímoron repito, en que estudio se basa para semejante afirmación? Es sabido desde siempre que, cuando la discusión enfila hacia la política, las pasiones se enervan, es por eso que en ciertos lugares como clubes, reuniones sociales, etc, instan a no hablar sobre política, y esto desde tiempos inmemoriales.

Claro que se debería hablar en estas crónicas del aroma indisimulable a impunidad que rodea el caso Nisman por qué habla de impunidad si lo asesinaron/suicidó hace 2 meses, ya quiere que esté resuelto y los culpables condenados? Que fácil que se repiten las palabras y los calificativos sin pensar!, de los nombres y apellidos de las listas ya conocidas, de los políticos que acuñan pensamientos insólitos como el “periodismo fácil” y tanto más. Sin embargo, suena necesario para quien esto escribe señalar la incompatibilidad de plantear un debate verdadero otra vez debate! Los candidatos van a todos los programas y atienden a todos los periodistas! en los tiempos electorales si se ha hecho carne la convicción de que el otro disidente es siempre un enemigo esa será una convicción suya. Semejante violencia donde está la violencia, cuál es la violencia?? Responder es violencia? aniquila el sano pensar de los demás, pero no el de LN porque es muy inteligente y, sobre todo, el derecho a construir con los desiguales. Scioli, Randazzo y A. Fernandez se la pasan en radio y TV dando entrevistas y asistiendo a programas, cuanto más necesita? Que es lo que se debe debatir? Las propuestas, por el lado del oficialismo son bastante claras y se resumirían a “vamos bien, esencialmente todo debería seguir en esta dirección, con modificaciones menores lógicas”. Por el Macrismo creo que la postura política de derecha es histórica y bastante clara. Quiere que dabatamos hasta que estemos todos de acuerdo? Nunca lo estaremos, ni en la Argentina ni en ningún país del mundo. Ni debe ser ese el objetivo. Debatamos cuando se debe tomar una decisión ejecutiva, luego se votará, y todos deberíamos apoyar el resultado. Pero en un debate electoral no hay por qué debatir, excepto que cada parte no tenga clara su propuesta.


Nota del webmaster:
Novaresio sigue tan mediocre como cuando estaba en De 12 a 14.